Esta vivienda unifamiliar adosada se proyecta en pleno centro histórico. La vivienda se integra con el entorno a pesar del brusco cambio con el estilo predominante. Si bien la vivienda se desarrolla en planta baja y planta primera, se ha creado a calle una falsa fachada de una segunda planta que logra igualar la altura de la vivienda con la de las construcciones colindantes. Se realiza una vivienda de amplios espacios interiores. El interior se mezcla con el espacio del patio y piscina, consiguiendo una mayor funcionalidad y un aumento visual del espacio habitable. La fachada a la calle mantiene las proporciones de huecos tradicionales, pero los reinterpreta, y gracias al empleo de materiales como la piedra, el vidrio y el acero, se consigue un resultado sencillo pero muy efectivo. Por último señalar que la estructura de la vivienda se diseñó de forma que se permitiesen grandes luces entre pilares. No hay interrupciones y el diseño ha podido ser aún mas libre y dinámico. Proyecto y Obra del año 2019